Reparación de los faros de un coche

Ver y ser visto. En pocos años la industria del automóvil ha pasado de los sistemas de iluminación con lámparas halógenas a las luces de xenón y, en la actualidad, las luces Led o incluso láser. Además, los faros incorporan cada vez más sistemas inteligentes que orientan la luz en función del giro del volante y de la velocidad del vehículo, regulando el alcance del haz de luz para dar mayor visibilidad y seguridad.

Debido a toda esta tecnología que incorporan hoy en día los faros de cualquier vehículo, el precio de los diferentes recambios se ha visto incrementado considerablemente. Así que algunos desperfectos que hace años se solucionaban con una sustitución completa del faro por uno nuevo ahora son reparados, debido entre otros motivos a los esfuerzos que realizan las compañías de seguros en la reducción de costes.

Los kits de patillas

Por este motivo, en los últimos años ha proliferado la comercialización de kits de reparación de marcas originales para dar respuesta a esta demanda. Los kits de reparación de faros incluyen todas las patillas y los tornillos necesarios para su montaje y son específicos de cada modelo y lado, derecho o izquierdo, que se necesita reparar.

En la actualidad, muchos faros incluso están diseñados para romperse por una zona específica, lo que facilita su reparación estandarizada sin tener que recurrir a una sustitución completa. Si no está dañada la carcasa ni la óptica, el recurso más habitual son los llamados kits de patillas de sujeción del faro, que ofrecen una solución rápida, sencilla, eficaz y económica.

Cómo reparar las patillas de un faro

Lo primero es extraer el faro, para lo que en muchos vehículos es necesario quitar el paragolpes. A continuación hay que retirar los restos de la patilla vieja que hayan podido quedar tras su rotura.

Una de las grandes ventajas de los kits de patillas es que con ellos no es necesario soldar el plástico con calor, ya que el kit se atornilla en el propio faro, que ya trae el alojamiento para los tornillos y que es donde se va a sujetar la patilla nueva. El resultado es muy seguro y dota al faro de la misma resistencia en su sujeción que las patillas que se montan en su fabricación. Mucho más fiable que el pegado de las patillas y más barato que la sustitución completa del faro.

Una vez que se han puesto las patillas en el faro solo queda volver a montarlo en el vehículo y comprobar el ajuste entre el faro, el capó, la aleta y el paragolpes.

Por último, hay que regular el faro mediante el regloscopio. Incluso aunque el faro cuente con regulación automática, a veces los baches hacen que el faro se desajuste con el paso del tiempo y hay que regularlo manualmente.

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