Averías que provoca un mal mantenimiento del aceite del motor

Revisar periódicamente el nivel de aceite, cumplir el calendario de cambios de lubricante y elegir el producto adecuado para cada bloque motor son solo tres de las normas de mantenimiento básicas relacionadas con el aceite del motor.

Por supuesto, también es muy importante que la cantidad de lubricante sea la correcta: si es insuficiente, las piezas no se lubricarán adecuadamente; y si es excesiva, puede provocar problemas de estanqueidad que dañarán sellos y juntas. A modo de orientación, la mayoría de los motores con menos de 50.000 km no deberían gastar más de un litro de aceite entre cambios (a menos que el fabricante indique casos específicos).

Pero existen muchos otros problemas que derivan del mal mantenimiento del aceite de motor, algunos de ellos de carácter muy grave. Por eso conviene conocerlos.

Obturación en el filtro antipartículas

Este elemento propio de los coches diésel es muy sensible a los aceites de motor inadecuados. En este tipo de motores se deben utilizar lubricantes bajos en cenizas, fósforo y azufre para evitar que se obture el filtro.

Gripado del árbol de levas

Los árboles de levas son especialmente sensibles y, cuando se apoyan directamente sobre la culata, la falta de lubricación puede causar daños que obliguen a sustituir esta última. Asimismo, los modernos sistemas de distribución con taqués hidráulicos también son muy sensibles a la calidad del lubricante.

Prevendremos estos problemas controlando el nivel de aceite y asegurándonos de que el SAE del aceite utilizado siga las indicaciones del fabricante. El SAE es el índice de clasificación de la viscosidad de la Society of Automotive Engineers, y relaciona la viscosidad del aceite con la temperatura de utilización. Cuanto más elevado es el número, mejor es el mantenimiento de la viscosidad a altas temperaturas. Al mismo tiempo, es importante que en frío se mantenga fluido para distribuirse bien por todo el motor, proteger las piezas mecánicas que están en movimiento y favorecer el arranque.

Daños en la cadena de distribución

En los coches con cadena de distribución, el tensor utiliza el mismo aceite que lubrica el resto del motor. Si no recibe la lubricación adecuada, perderá su capacidad de tensar la cadena. Esto, a su vez, provocará una desincronización del cigüeñal con los árboles de levas y hará que las válvulas choquen con los pistones.

Daños en el turbo

Los turbocompresores trabajan normalmente a temperaturas extremas y revoluciones muy altas. Es por eso que son elementos especialmente sensibles a los errores en la lubricación.

Los turbos necesitan aceites que soporten bien el calor extremo y eviten la formación de carbonillas o espumas que puedan provocar pérdidas de presión en el circuito de lubricación. En caso contrario, su vida útil se acortará drásticamente.

Gripado del motor

En el peor de los casos, un motor gripado puede llegar a quedar inservible y tener que proceder a su reemplazo. Esta avería se origina cuando el aceite no está en buen estado o no tiene la calidad suficiente, acumulando grumos, espumas o disoluciones que pueden llegar a obstruir los conductos de lubricación.

Para evitar el gripado del motor, es esencial utilizar un lubricante de primera calidad como los que comercializamos en CRO y cumplir las indicaciones del fabricante. También es clave verificar el cambio de los filtros de aceite.

En Central de Recambio Original somos especialistas en Lubricantes y Recambios Originales relacionados con la lubricación del motor. Podrás contactar con CRO mediante nuestro formulario o llamando al teléfono 93 223 84 85.

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